El suicidio nunca es una solución, aunque se percibe así por parte de quienes a menudo tienen pensamientos suicidas que obedecen a una percepción distorsionada de una persona cuyo malestar emocional se encuentra atrapada en esta situación.
Los supervivientes nos gustaría haber tenido la última oportunidad de hablar antes y el deseo de haber salvado a nuestro ser querido. Esto nos provoca un malestar emocional que nos conmociona profundamente a quienes hemos quedado y nos provoca un sentimiento de culpabilidad.
Desde TDS Tramuntana después del Suicidio, queremos ayudarle para que podáis hablar y compartir sin miedo a ser juzgados/as. Si se encuentra en una situación difícil, no dude en llamarnos.