La Asociación sin ánimo de lucro TRAMUNTANA después del Suicidio se crea en 2022 a raíz de la necesidad de sensibilizar y concienciar a la sociedad de una muerte silenciada, de un proceso de luto oculto que a la vez se une una falta de recursos específicos para su tratamiento.
Su finalidad es generar un espacio para el acompañamiento y el apoyo en el duelo de los supervivientes a la muerte por suicidio. También tenemos la esperanza de contribuir al hacer visible este hecho y poder hablar abiertamente de él sin los estigmas que lo acompañan y sus terribles consecuencias. Nuestra asociación está formada por supervivientes que han vivido la pérdida de una persona querida por suicidio y su objetivo será ayudar a otras personas a superar y elaborar este doloroso proceso. Por tanto, trataremos el tema del suicidio con el respeto, la delicadeza y la sensibilidad que merece y que nuestra propia experiencia nos ha enseñado.
¿Qué y cómo trabajamos..?
Acogidas individuales
Grupos de Apoyo
Servicios
Acogidas Individuales
Las personas supervivientes podrán contactar con la asociación para informarse cómo funciona, cómo podemos ayudarle...
Superviviente es la otra víctima, no los que mueren, los suicidas, sino todas las personas a las que afecta para siempre la iniciativa del suicida. Juan Carlos Jiménez, «La mirada del suicida» Un superviviente es cualquier persona que se ve afectada de forma negativa y significativa por la muerte por suicidio de una persona. Esta definición identifica un superviviente por el grado de impacto que tiene el suicidio en esa persona, y no por su relación con el suicida. Es decir, cualquier persona que se ve afectada, de forma negativa y significativa, por la muerte por suicidio de aquella persona, puede ser considerado como un superviviente. Existe un vínculo singular entre los supervivientes que han vivido una muerte por suicidio. Aunque cada situación es única, experimentamos estadios similares en nuestro duelo. Cuando conocemos a alguien que también ha estado allí, hace que nuestro caos personal y emociones secretas y aisladas nos parezcan un poco menos aterradoras.
EL IMPACTO DE LA MUERTE POR SUICIDIO
La muerte por suicidio, repentina y trágica, produce siempre consternación, incredulidad y un estado de choque en las personas cercanas. Estos sentimientos se refuerzan por el contexto forense policial con el que nos encontramos durante las primeras horas del deceso o del descubrimiento del cadáver.
Es un tiempo que vivimos con total desorientación. Estas circunstancias iniciales, tan inesperadas y emocionalmente desbordantes, añaden dificultades a los supervivientes, que sienten, ya desde el primer momento, la culpa, la vergüenza y la ira. El impacto inicial de vivir de cerca una muerte por suicidio deja una cicatriz que es para siempre.